domingo, 8 de diciembre de 2013

La solución a la crisis


En los últimos años España ha vivido una época de auge económico donde todo el mundo ha vivido por encima de sus posibilidades, pidiendo créditos, préstamos y endeudándose hasta más no poder, con el fatídico resultado que hoy en día podemos apreciar en la sociedad española. Pero la culpa de esto no la tiene el señor José María Aznar, la tienen todas aquellas personas que pidieron créditos para tener un nivel de vida que no podían mantener, y curiosamente (aunque no quiero generalizar) esas personas son las mismas que se quejan de la situación de España en estos momentos. Pues bien, ciudadanos, dejemos el Gobierno en manos de estos personajes que son los sindicatos y seguidores de éstos, a ver si en el plazo que ellos exigen son capaces de reflotar el país sin perjudicar a nadie.

Desde luego que tienen razón en que la culpa no es sólo suya, sino también en las infinitas corruptelas de los gobiernos autonómicos, tanto de derechas como de izquierdas, que tanto daño han hecho a este país. Tenemos el caso de los ERE en Andalucía, los trajes de Camps, etcétera. Mi pregunta es la siguiente ¿para qué necesitamos las autonomías? no nos basta con un sólo Gobierno que nos robe, si no que ponemos 17 más, para que nos sigan robando y además tener que pagarles un sueldo igual que el del Gobierno Central, más todo el mantenimiento de las instituciones y edificios, y los sueldos de funcionarios que es supone. Lo peor es que la gente se sigue preguntando que por qué seguimos en crisis. Una posible solución sería quitar las autonomías, aunque eso suponga despidos en masa. Tenemos cientos de Ayuntamientos faltos de presupuesto y personal, con lo que tampoco supondría tanto paro, pero sí nos ahorraríamos corrupción, chanchullos y lo más importante, sueldos de completos incompetentes que llevan a sus comunidades al endeudamiento (dense por aludidos señor Griñán, miembros del Tripartito, Julián Muñoz...).

En conclusión, en vez de hacer manifestaciones en contra de cualquier reforma lo que tiene que hacer el pueblo español es unirse para salir de la crisis que ellos mismos han provocado y no cargarle tanto el muerto a los políticos aunque sin duda alguna también han acrecentado esta situación.



Caída de Lehman Brothers

El 13 de Septiembre de 2008, Timothy F. Geithner, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, convocó una reunión sobre el futuro de Lehman, que incluía la posibilidad de liquidación de sus activos para sanear la empresa. Lehman informó que estaba en conversaciones con el Banco de América y Barclays para una posible venta de la empresa. Finalmente, el 15 de septiembre de 2008, dos días después, Lehman Brothers anunció la presentación de quiebra al renunciar sus posibles compradores.

Lehman Brothers era un fondo de inversión cuyo mayor error fue la compra masiva de activos inmobiliarios hasta el punto de que todas las bolsas de activos tenían un 75% de origen inmobiliario. Estos activos se fueron devaluando llegando al límite en el que el precio real del producto que Lehman vendía valía menos que el coste de realizar la operación. La solución por la que optaron nuestros amigos norteamericanos fue vender los activos por un precio muy superior al real, repartir los beneficios y declararse en bancarrota, salvando así el patrimonio y el capital de los accionistas.

La consecuencia de dicha "solución" fue que los inversores que fueron engañados se vieron que los activos que habían comprado no tenían valor ninguno. Da la casualidad de que la mayoría de los inversores eran europeos (Alemania, Reino Unido, España, Francia...), aunque también había manos fuertes inversoras repartidas por el resto del mundo. Al no valer nada los activos el mundo entero se vio sumido en una crisis financiera y en un parón de los mercados porque todos aquellos que habían adquirido activos de Lehman tenían una particular prisa por venderlos, aunque no había compradores.

Las consecuencias de la caída de Lehman fueron paro, bajadas del PIB, crisis del sector inmobiliario, una bajada del consumo privado, colapso de los mercados, etc




















DÓLAR VS EURO 1




                                                                      


Desde el establecimiento del Euro como moneda única de la Comunidad Económica Europea, el dólar encuentra un posible rival en la supremacía como moneda de reserva mundial, con las ventajas que conlleva para el país emisor de una moneda de reserva.

Antes del Euro, no había una moneda con suficiente volumen como para aspirar a la supremacía, quedando las diversas monedas europeas, especialmente el Marco Alemán y por otro lado el Yen, como simples monedas alternativas.

Y entre dos rivales de similar fortaleza como el dólar y el euro puede haber una lucha por supremacía, en la que triunfará el que pueda acreditar mayor confianza; esto significa, en economía, menos desequilibrios y por lo tanto mayor estabilidad y crecimiento sostenido.

De forma muy general se pueden distinguir, en esta guerra de monedas, dos batallas; una ya terminada, que se dio desde la instauración del Euro hasta mediados del 2001.

La segunda no ha terminado y se inicia desde el gran cambio producido en los Estados Unidos desde el 11 de Setiembre, y continúa.

La habilidad de las autoridades económicas, especialmente las norteamericanas, para mejorar sus posiciones en esta segunda batalla, bien puede determinar al vencedor.
                                                            


La primera batalla fue así:

- La economía norteamericana venía gozando del periodo de crecimiento sostenido más largo de su historia, basado principalmente en dos aspectos: el gran impulso hacia una mejora de su eterno déficit fiscal (se llegó a pensar en los problemas novedosos que surgirían de una economía mundial sin Títulos de Deuda sin riesgo, representados por los Bonos de deuda del gobierno federal) y el impresionante crecimiento de la productividad de la economía norteamericana, originada en la inversión en tecnología informática.

Aquí también se discutió, aún en círculos académicos, la posibilidad de una "nueva economía", exenta de ciclos económicos que interrumpieran un sostenido crecimiento basado en la revolución tecnológica.
En parte, la historia nos cuenta, que tal inversión en tecnología, si bien trajo importantes mejoras en la economía real, puso una de las semillas de su propia destrucción, al generar la burbuja financiera en la bolsa de valores americana, que precipitó el escenario de la segunda batalla.
- Por su parte, al otro lado del Atlántico, las economías europeas estaban, débiles e incapaces de siquiera acercarse al milagro norteamericano. En realidad, estaban ajustándose del desarrollo de principalmente dos acontecimientos.

El primero correspondía a los esfuerzos de la mayoría de las economías europeas de alcanzar los niveles mínimos de equilibrio auto impuestos por el Tratado de Maastricht, básicamente niveles de déficit fiscal menores al 3%.

El segundo estaba relacionado con los problemas internos de la mayor economía europea, Alemania, que venía sufriendo el costo de la integración de las anteriormente dos Alemanias. El enorme costo de incorporar a la economía de mercado a la República Democrática Alemana, dejó por un tiempo a Europa sin su principal motor. En efecto Alemania era la economía europea que podía acreditar mayor estabilidad, crecimiento y productividad.